Como parte de las series Red Bull Moments, Iván Cervantes, 5 veces campeón del mundo, se enfrenta a un complejo aquaplaning
Sobre metro y medio de agua y con su 2T, Iván Cervantes se enfrentaba al Red Bull Moments, un reto que le motivaba especialmente y muy diferente al de meterse en el bolsillo los cinco campeonatos del mundo que tiene en su haber. Este proyecto forma parte de unas series mundiales que se llevan a cabo desde 2010 con atletas de diferentes disciplinas como protagonistas (Casey Stoner, James Stewart, Andreu Lacondeguy, Lindsey Vonn, etc.), en los que explican su técnica mientras vemos sus movimientos en super slow-motion.
El de Cambrils, que recientemente se ha proclamado también campeón de España en la categoría E2, se enfrentaba al amanecer en la sierra de Madrid a un aquaplaning con su 2T. Gas a fondo, el cuerpo bien echado hacía atrás para que no se hunda la horquilla, una velocidad de 90 Km. /h. y ¡zas!, primer chapuzón de la mañana.
Llegan después un segundo y un tercer intento que incluyen una impactante caída que dejó al mismo protagonista atónito al ver la grabación. Cervantes llega a plantearse si realmente es posible conseguirlo ya que cada intento requiere una concentración máxima y emplear toda la energía, habilidad, fuerza y empeño en intentar superarlo. La fría temperatura del agua y el desgaste hace que cada intento lo haga aún más complicado.
Una de las principales dificultades del reto era la profundidad de la charca, algo que impide en la mayoría de los casos la posibilidad de conseguir hacer un aquaplaning durante demasiados metros. Además, una de las condiciones indispensables para poder conseguirlo es que el agua esté completamente plana, “como un plato y sin que haya ningún bache a la entrada”, matiza Iván Cervantes. “El problema del aquaplaning es que nunca sabes cómo va a ser la entrada y de esto depende que llegues al otro extremo”, añade.
Tras los tres primeros intentos viene un cuarto, al que Iván ya llega muy cansado después de más de tres horas dando el 100% y, para que negarlo, algo escéptico… pero su tenacidad y ese espíritu de no rendirse jamás que le caracteriza le permitieron volver a intentarlo, consiguiendo una entrada y esta vez también salida de la charca y dejando boquiabiertos a los allí presentes. La reacción de Cervantes en ese momento es emocionante e indescriptible: “He sentido un subidón de adrenalina espectacular, sobre todo por ejecutarlo a la perfección. Pasar los 40 metros de agua con un metro y medio de profundidad no es nada fácil y hasta se me ha pasado por la cabeza la posibilidad de no conseguirlo, pero soy muy cabezota y cuando se me pone algo entre ceja y ceja tengo que conseguirlo sí o sí”, apuntaba eufórico y a lo que añadía: “Hemos hecho varios intentos, reduciendo la velocidad, poniendo el cuerpo de diferente forma y esto ha ayudado a ver que podíamos conseguirlo”.
Una vez conseguida la hazaña, llega la recompensa: el disfrute de esa libertad que a Iván le gusta sentir cuando está a lomos de su moto: “Para mí pilotar una moto significa libertad, pasión, sacrificio y voluntad. El enduro es muy solitario, sólo es el crono y la carrera contra él supone una sensación de adrenalina increíble”, comenta Cervantes. La sesión de enduro, esta vez con la 4T, terminó al anochecer tras catorce duras horas en las que Iván Cervantes no perdió la sonrisa ni un solo segundo.
Ahora le toca descansar antes de afrontar su próxima temporada: “A mi vida llega ahora la tranquilidad, llegar a casa, estar con los míos y a pensar en el siguiente reto. Para un rider siempre es necesario plantearse nuevos retos, es lo mejor que puede pasarle a un piloto.”, concluye.
No hay comentarios:
Publicar un comentario