viernes, 26 de octubre de 2012

No habrá peajes duros, pero sí «blandos»



La Comunidad «aparca» la implantación de peajes clásicos en sus vías, pero estudia otras formas de cobro por su uso

Las carreteras madrileñas no tendrán peajes «duros»–al menos por el momento– pero sí tendrán  «blandos» o alternativos. La aclaración llega después de que ayer por la mañana, el portavoz de la Comunidad de Madrid, Salvador Victoria, asegurara que el Gobierno regional había «aparcado» la intención anunciada por Esperanza Aguirre, el pasado mes de mayo, de poner peajes en las vías que son de competencia regional, por la «dificultad técnica de su implantación» y el coste económico.

No osbtante, por la tarde, fuentes de la Consejería de Transportes, confirmaron a este periódico que este departamento, que dirige Pablo Cavero, efectivamente ha deshechado la opción del peaje «duro», es decir, la fórmula clásica de cobro en carretera, pero continúa estudiando otras fórmulas alternativas de cobro por uso de las vías más transitadas que gestiona la Comunidad de Madrid.

El motivo por el cual el Gobierno regional ha decidido «aparcar» (en palabras del portavoz regional) la fórmula clásica del pago por el uso de las vías es según  explicaron estas mismas fuentes es el alto coste de su instalación y por tanto la práctica imposibilidad de adjudicar la prestación de este servicio y su mantenimiento a cualquier empresa. Y es que, hace falta una inversión de 35 millones de euros sólo para montar la infraestructura y una inversión de unos 7 millones al año para mantener el sistema de control de ventas, de tratamiento de datos, de atención al cliente y de gestión de multas. Una inversión que sería poco rentable en este momento.
No obstante, la Consejería de Transportes tiene el encargo de seguir estudiando fórmulas alternativas para que los conductores paguen por el uso de las carreteras regionales, con el objetivo de sufragar los 161 millones que cuesta, al año, mantenerlos.

Los modelos alternativos
En principio, la intención del Gobierno regional es imponer peajes en las vías más transitadas. Es decir, en la M-607 que va a Colmenar Viejo; la autopista de circunvalación, M-45; o M-503, que va de Pozuelo a Villanueva de la Cañada. Una vez descartado el peaje «duro» o clásico, Transportes estaría estudiando otros modelos o fórmulas que ya se aplican en otros países de nuestro entorno. Una de las opciones más viables sería la implantación de una pegatina o viñeta que el conductor debe colocar en la luna delantera del vehículo. De esta forma, tanto los sistemas automáticos de telepeaje como los controles rutinarios llevados a cabo por agentes de Policía podrían determinar qué usuarios de la vía han abonado la tasa correspondiente y quiénes no. Se trata de un modelo implantado en países como Austria y Eslovenia. Además, la más que probable puesta en marcha de la Euroviñeta en un plazo no superior a los dos años permitiría a las carreteras de la región utilizar las infraestructuras necesarias para la puesta en marcha de esta iniciativa de la Comisión Europea para gravar a los vehículos profesionales de mayor tonelaje. Otras opciones pasarían por la instalación de peajes sin barrera («Free Flow»), aplicar las pruebas llevadas a cabo en Francia vía satélite o a través de través de tarjetas recargables como en Portugal.

Fuente : La razón

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